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Sostenibilidad en el sector industrial: ¿Cuáles son los próximos retos?

30 noviembre 2023

La sostenibilidad ha pasado de ser una tendencia a convertirse en parte de la estrategia de las empresas. Hay muchos factores que han contribuido a este cambio, pero podemos destacar dos. Por un lado, las personas están más concienciadas del impacto de sus decisiones en el medio ambiente, ya sea a la hora de comprar una prenda, o a la hora de elegir un proveedor para las materias primas o los componentes de fabricación que necesita. Quieren saber cuál es el origen de las materias, qué procesos se utilizan, y qué prácticas aplica el proveedor o fabricante para reducir su impacto medioambiental. Por otra parte, las normativas a nivel europeo relativas a la sostenibilidad se están endureciendo, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 y los residuos y desperdicios que se generan.

¿Cómo está afectando todo ello al sector industrial? Este sector lleva ya unos años implementando prácticas sostenibles, pero no lo suficientemente rápido y no de suficiente magnitud. A pesar de que en la UE las emisiones de gases de efecto invernadero han bajado un 5,3% en el segundo trimestre de 2023 respecto al mismo período de 2022, todavía queda mucho por hacer para alcanzar los objetivos de reducir las emisiones al menos un 55% en 2030, y convertirse en el primer continente climáticamente neutro en 2050.

Así, el sector industrial ha desarrollado e implementado en los últimos años una serie de prácticas que han cambiado la forma en que se construyen y operan las instalaciones y los procesos industriales.

1. Eficiencia energética

La mejora constante de la eficiencia energética es quizás uno de los aspectos que más se está trabajando. Por un lado, contribuye a reducir el coste de los suministros, especialmente después de los incrementos de los dos últimos años; y por otro, el uso de energías alternativas o de fondos energéticamente eficientes reduce las emisiones de efecto invernadero. De hecho, como comentábamos hace unos meses, en 2022 la contribución de las energías renovables al conjunto de producción peninsular ha sido del 58,5% en enero, gracias al incremento de la producción hidráulica, eólica y solar fotovoltaica, aunque el futuro apunta al hidrógeno verde.

2. Diseño y construcción más sostenibles

Hoy en día, en Cataluña, muchas naves industriales son antiguas o están obsoletas, por lo que son energéticamente ineficientes. Por eso, tanto en las naves de nueva construcción como cuando se hace una reforma en profundidad, se aplican actualmente criterios que antes no se tenían tanto en cuenta. Por ejemplo, se aíslan mejor para conservar la temperatura adecuada, se utilizan materiales reciclados o de bajo impacto ambiental, o se implementan tecnologías avanzadas para gestionar el agua o los residuos. Además, se están utilizando técnicas de diseño que aprovechan la luz natural y la ventilación para reducir la dependencia de la iluminación y climatización artificial. Lo explicamos con más detalle en nuestro artículo con consejos para tener un almacén más sostenible.

3. Digitalización

La digitalización, la sostenibilidad y la eficiencia energética son conceptos que a menudo van de la mano. De hecho, los edificios digitalizados son un 15% más energéticamente eficientes, ya que utilizan la tecnología para optimizar sus recursos, además de permitir optimizar la producción, mejorar la seguridad y tomar decisiones estratégicas. A veces acciones que pueden parecer tan sencillas como el almacenamiento en la nube en vez de las tradicionales impresiones en papel, o realizar videoconferencias en vez de desplazarnos en coche, ya tienen un impacto positivo.

4. Reducción de la movilidad

Uno de los retos que más se están trabajando a distintos niveles es la reducción de la movilidad. El transporte no sólo es un gran generador de emisiones de CO2, sino que en muchas zonas se colapsan las vías de tráfico en horas puntas, especialmente en áreas urbanas con cierta densidad de población. Para descongestionar la red viaria y reducir las emisiones de gases nocivos, muchos gobiernos y administraciones públicas están llevando a cabo planes de reducción de la movilidad a nivel urbano e interurbano, por ejemplo, ofreciendo alternativas de transporte menos contaminantes.

En cuanto a las empresas, también pueden promover acciones en este sentido, como optar por vehículos de empresa híbridos o 100% eléctricos, combinar el trabajo presencial con el teletrabajo, trabajar con proveedores locales o cercanos, o utilizar programas de inteligencia artificial para optimizar al máximo las rutas de transporte.

5. Gestión de residuos más eficiente

La industria es un sector que suele generar gran cantidad de residuos, algunos de los cuales pueden ser especialmente nocivos para el medio ambiente, como es el caso de productos o residuos químicos. El reciclaje, el reaprovechamiento y la adecuada gestión de los residuos son clave para que la industria sea más sostenible, es decir, ir hacia un enfoque de economía circular.

Una de las acciones que más se están llevando a cabo es la reducción del packaging, y especialmente de los materiales de packaging desechables, como los plásticos, ya que es uno de los puntos del proceso productivo y de distribución que más desperdicios genera .

6. Reducción del desperdicio alimentario

En los últimos años el desperdicio alimentario se ha convertido en una preocupación creciente. De acuerdo con datos de PNUMA, alrededor de un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano en el mundo se desperdicia cada año, y van directamente al vertedero. Esto tiene varias consecuencias negativas, como efectos en la calidad del suelo y el agua, la generación de olores peligrosos y de sustancias químicas tóxicas, y la necesidad de más vertederos.

Así, la industria alimentaria tiene un gran reto por delante, para intentar reducir al mínimo este desperdicio, tanto con campañas destinadas a los consumidores, como con acciones propias, como una producción más ajustada, medios de conservación que eviten que los productos se estropeen, y sistemas para alargar la vida útil de los alimentos.

7. Materiales mas sostenibles y duraderos

Esto se puede aplicar a diversos sectores, como los materiales utilizados en construcción, el packaging en las empresas de distribución logística, y especialmente los tejidos en la industria textil y de moda, que a menudo utilizan materiales que podrían sustituirse por otros más fácilmente biodegradables o que se producen con menor impacto medioambiental.

Este último sector es precisamente uno de los que mayor impacto tiene, ya que cada año se generan 92 millones de toneladas de residuos textiles. Por eso, en la Unión Europea se está desarrollando una estrategia para producir Textiles Sostenibles y Circulares, que aborda de forma integral todo el ciclo de vida de los productos textiles, tanto desde cómo se producen hasta cómo los consumimos.

8. Más responsabilidad y transparencia de las empresas

En un mundo donde los consumidores cada vez tienen más en cuenta qué empresas realizan prácticas sostenibles, no tiene sentido aplicar estas acciones y no comunicarlo. Pero ¡cuidado! Lo que comunicamos debe ser verdad. El greenwashing, es decir, presentar una imagen de compromiso y responsabilidad que no se corresponde con las prácticas reales está en el punto de mira de consumidores, empresas y organismos públicos.

Así, es necesario ser más medioambientalmente responsables y transparentes con nuestra actividad, no sólo por conciencia social, sino también porque la sostenibilidad está siendo cada vez más importante en la fidelización de nuestros clientes y en nuestra competitividad.

Pere Masachs
Socio director de Masachs Industrial

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