Cada vez oímos hablar más de términos como eco-friendly, sostenible, renovable…, y no sólo aplicados a sectores B2C como la moda o la alimentación. Como ya hemos comentado en un artículo anterior, el sector industrial es cada vez más consciente del impacto medioambiental que generan sus actividades, y muchas empresas ya han puesto en marcha planes a corto, medio y largo plazo para ser más sostenibles, lo que se denomina going green o ecologización.
Es un proceso de cambio y adaptación que puede parecer arduo, pero que de hecho tiene muchas ventajas para la industria. La más evidente es la protección del medio ambiente, por ejemplo con la reducción de la huella de carbono o la implementación de procesos de economía circular. Pero el hecho de ser una empresa «más verde» también mejora su imagen de cara a su personal, público objetivo y proveedores, incrementa el valor añadido de sus productos y servicios, y puede suponer un ahorro de costes energéticos.
Sin embargo, a menudo no es fácil para las empresas industriales decidir por dónde empezar a «ecologizarse»: es necesario cambiar y adaptar procesos, instalaciones, suministros energéticos y, lo que puede ser aún más complicado, cambiar la cultura empresarial y las rutinas y procesos de trabajo establecidos.
En este artículo os damos algunas ideas para tener un almacén más sostenible, y al mismo tiempo incrementar la eficiencia y la productividad, y reducir los costes.
1. La iluminación, más eficiente y económica
Una de las formas más fáciles para hacer más sostenible nuestro almacén es instalar un sistema de iluminación inteligente o, al menos, más eficiente. Al mismo tiempo que somos energéticamente más eficientes y sostenibles, ahorramos costes, un factor aún más interesante con el actual incremento del precio de la energía.
Por ejemplo, podemos instalar LEDs en vez de las alternativas fluorescentes o incandescentes, puesto que aunque inicialmente son más caros, consumen entre un 30% y un 70% menos de electricidad y tienen una vida útil mucho más larga.
Otro consejo es utilizar sensores para regular la iluminación en determinadas zonas del almacén. Esta simple acción puede reducir drásticamente el consumo de energía. Hay dos tipos de sensores: los que sólo se encienden cuando detectan actividad, y los que detectan la luz ambiental, y ajustan su luminosidad en función de la cantidad de luz ambiental que esté entrando en cada momento.
En este sentido, y siempre que sea posible, es recomendable utilizar luz natural. ¿Qué puede ser más económico y eficiente?
2. Los paneles solares, un sistema cada vez más extendido
El autoconsumo energético es una opción cada vez más extendida entre empresas y particulares. En el sector industrial, aunque difícilmente puede proporcionar toda la energía necesaria para una actividad productiva, sí puede ser un complemento que permita ahorrar costes y reducir al mismo tiempo el impacto medioambiental del consumo energético. Además, en los últimos años, los cambios económicos y legislativos han favorecido este sistema. Por otra parte, a pesar de que el beneficio medioambiental es inmediato desde que los instalamos, debe tenerse en cuenta que la inversión económica se rentabiliza a largo plazo.
3. Invierte en equipos energéticamente eficientes
Más allá de la iluminación, un almacén industrial cuenta habitualmente con equipos que consumen energía. Cuando sea necesario renovar equipos o maquinaria que funcionen con electricidad o carburante podemos optar por otros que funcionen con energías alternativas o, si no es posible, que garanticen un consumo más reducido. Por lo general, cuanto más antigua es la maquinaria, más consume.
Por ejemplo, si utilizamos montacargas y todavía tenemos las antiguas carretas elevadoras que funcionaban con gasoil o gas, podemos hacer el cambio a las eléctricas, energéticamente mucho más eficientes.
4. Facilita la regulación de la temperatura
El uso de aires acondicionados o de sistemas de calefacción, en función de la época del año, tiene un fuerte impacto en el medio ambiente. Lo primero que deberíamos hacer es asegurarnos de que las instalaciones estén bien aisladas. Si el aislamiento está deteriorado o es insuficiente, perderemos frío y calor, lo que nos hace utilizar más energía para mantener una climatización adecuada.
Los termostatos programables son otra opción que reduce el impacto ambiental y nos ahorra gasto energético. Los termostatos antiguos mantienen la misma temperatura durante todo el día, sin tener en cuenta la actividad, mientras que los programables pueden ajustarse por horas de uso.
Otra idea para la optimización de la climatización es la instalación de ventiladores HVLS (high volume – low speed). Los edificios con techos altos, como los almacenes industriales, suelen sufrir lo que se denomina estratificación térmica en invierno, es decir, el aire caliente sube y el frío se queda cerca del nivel del suelo. Esto implica que es necesario hacer trabajar los sistemas de calefacción entre 2 y 3 veces más para mantener el confort térmico. Un ventilador HVLS lo que hace es mover el aire caliente y distribuirlo por toda la instalación para evitar que quede en el techo.
5. Reducir, reutilizar y reciclar
La industria productiva es uno de los sectores que más materiales de deshecho genera, pero también puede hacer mucho por reducir el impacto medioambiental de los residuos:
- Reducir el uso de materiales no reaprovechables, como por ejemplo no utilizar cajas de cartón para almacenar o tirar desechos si podemos utilizar contenedores metálicos reutilizables, o eliminar los plásticos desechables.
- Reutilizar materiales, por ejemplo sustituyendo palés de plástico por palés de bloque o plástico reutilizables, que además tienen una vida útil más larga que los de madera.
- Reciclar todo lo posible. El papel, el metal y el plástico se pueden procesar y reaprovechar. Incluso se puede intentar establecer algún acuerdo con empresas de reciclaje que nos ahorre procesarlo nosotros o llevarlo a las instalaciones de reciclaje adecuadas.
El packaging en los almacenes industriales suele ser el área más susceptible de mejora en lo que respecta a la sostenibilidad. Podemos analizar si estamos utilizando el mínimo material para packaging posible y optar por materiales de embalaje biodegradables y provenientes de un proceso de economía circular.
6. Instala un «techo verde»
¿Quieres ir un paso más allá? Instala un «techo verde» en tu nave o almacén industrial. Estos techos utilizan vegetación para reducir las cargas térmicas del edificio, es decir, contribuyen al aislamiento y, por tanto, a la eficiencia energética. Además, las plantas ayudan a purificar el aire.
Otra alternativa que también contribuye a la eficiencia energética son los «techos fríos», que utilizan material reflectante de color claro o pintura blanca para reflejar la radiación solar.
7. Potencia el cross-docking
El cross-docking, que evita que las mercancías se almacenen, sino que las distribuye directamente desde el muelle o espacio de carga, es un sistema más eficiente, ya que reduce el tiempo de entrega y las necesidades de espacio y recursos de almacenamiento.
8. Una industria sin papel
La producción de papel tiene un fuerte impacto medioambiental, y aunque se puede reciclar, lo más eficiente a nivel medioambiental es evitar su uso tanto como sea posible. Así, contribuimos a evitar la deforestación, a reducir las emisiones de CO2 y el consumo de agua, y a reducir la producción de residuos.
Una de las formas más extendidas de minimizar el uso del papel en un almacén es la implementación de un SGA o software de gestión de almacenes, que digitaliza la información y los procesos. Por lo general, la digitalización es la solución para evitar el papel en muchas de las tareas diarias de gestión en la industria.
9. ¿Teletrabajo e industria?
Aunque el teletrabajo en la industria es un tema complejo, también es una opción a valorar en la medida de lo posible. Además de los beneficios para el personal, que ahorran tiempo en desplazamientos y pueden conciliar mejor trabajo y vida personal, la reducción del uso de transporte tanto público como privado se traduce en un menor consumo de gasolina y otros combustibles, y por tanto en una reducción de las emisiones de CO2.
Y tú, ¿qué acciones puedes iniciar o ya has llevado a cabo para hacer más sostenible tu almacén industrial?
Fuentes: Damotech, All Things Supply Chain, Symbia Logistics.
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