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¿Qué características debe tener una nave industrial frigorífica?

Una nave industrial con cámara de refrigeración o almacén frigorífico es esencial en algunos sectores como el alimentario o el farmacéutico, donde tanto materias primas como productos procesados son altamente sensibles al calor y deben conservarse a determinadas temperaturas para evitar que estropeen.

De hecho, las naves industriales frigoríficas tienen un papel fundamental en la cadena de suministro actual, ya que proporcionan un entorno controlado para preservar la frescura, la seguridad y la calidad de alimentos y productos perecederos.

Características de una nave industrial frigorífica

Sistema de control de la temperatura

El principal factor diferencial de estas naves industriales es que cuentan con un sistema para mantener bajas temperaturas de forma constante y controlada, en distintos rangos de temperatura según el tipo de alimento o producto. Además, es recomendable que cuenten con un grupo electrógeno que les garantice el suministro de energía eléctrica en caso de fallo de la red, para evitar la pérdida de frío y el consiguiente desperdicio de las materias almacenadas.

Sistemas de control de la humedad

Además de la temperatura, es importante regular los niveles de humedad, puesto que la generación de frío puede provocar niveles de humedad más elevados de lo habitual. La condensación provocada puede afectar a la calidad y la integridad de los productos o alimentos, por ejemplo favoreciendo la propagación de hongos.

Sistemas de vigilancia y alertas

Si contamos con sistemas de control de la temperatura y de la humedad, necesitamos también un sistema avanzado de monitorización para registrar y controlar de forma continua los niveles, y enviar una alerta en caso de que haya cualquier desviación de los parámetros establecidos. Así nos aseguramos de poder tomar medidas rápidamente si existe alguna incidencia, y minimizamos el riesgo de deterioro de las materias o productos.

Sistemas de aislamiento

Las naves industriales frigoríficas deben estar debidamente aisladas, para minimizar las fluctuaciones de temperatura y las influencias externas, como los picos de temperatura en verano. Por ejemplo, suelen contar con materiales aislantes como paneles de espuma, puertas aislantes y cortinas de aire, que crean una barrera entre el interior y el exterior, reducen la transferencia de calor y mantienen una temperatura constante dentro de las instalaciones.

Sistemas de ventilación

En un entorno aislado y de temperatura controlada es esencial contar con un sistema de ventilación para evitar la acumulación de aire viciado, los malos olores y, en general, garantizar una circulación de aire adecuada dentro del almacén. Los sistemas de ventilación ayudan a mantener un ambiente fresco y facilitan la uniformidad de la temperatura en toda la instalación.

Protocolos de higiene y limpieza

Este tipo de instalaciones deben seguir unos estrictos protocolos de limpieza, desinfección y saneamiento para evitar la contaminación cruzada. Los programas de limpieza regulares, los adecuados procedimientos de eliminación de residuos y el cumplimiento de las normativas específicas de cada sector son cruciales para garantizar un entorno seguro e higiénico.

Cumplimiento de la normativa

Los almacenes frigoríficos deben cumplir con los reglamentos y normativas específicas de los productos que almacenan, lo que puede añadir otros requerimientos además de los comentados en los puntos anteriores, como por ejemplo normas de seguridad alimentaria o directrices farmacéuticas.

¿Qué beneficios tienen las naves industriales frigoríficas?

Las naves o almacenes frigoríficos, como ya hemos apuntado, proporcionan un entorno controlado de temperatura que conserva la calidad, garantiza la seguridad y alarga la vida útil de productos sensibles a la temperatura. Esto incrementa la eficiencia de la cadena de suministro y, por tanto, se traslada a un mejor servicio al cliente final. Pero los beneficios van más allá:

  1. Permiten aumentar la gama de productos perecederos que una empresa puede ofrecer, ya sean frutas y verduras, productos lácteos o cárnicos, productos farmacéuticos, o muchos otros. Al mantener los artículos a una temperatura óptima, se reduce su deterioro y se alarga su vida útil, por lo que se pueden comercializar productos más sensibles a la temperatura.
  2. También permiten superar las limitaciones de la producción estacional conservando los productos perecederos más allá de su período típico de cosecha o producción. Esto permite la disponibilidad de productos de temporada durante todo el año, ayudando a las empresas a satisfacer las demandas de los clientes y ampliar su alcance de mercado. Al almacenar los excedentes de inventario durante las temporadas de mayor producción, las empresas pueden mantener un suministro constante durante todo el año, evitando la volatilidad de los precios y maximizando su rentabilidad.
  3. Optimización de la eficiencia de la cadena de suministro. Los almacenes frigoríficos se ubican estratégicamente dentro de la red de la cadena de suministro, favoreciendo un rápido cumplimiento de los pedidos, reduciendo los costes de transporte y minimizando los plazos de entrega.

Las naves industriales frigoríficas contribuyen a ofrecer una calidad constante del producto, lo que es vital para las empresas que operan en industrias como la venta al por menor de alimentos, la hostelería y la industria farmacéutica.

Pere Masachs
Socio director de Masachs Industrial

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