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Cuánto cuesta construir una nave industrial | Guía de costes y presupuesto

En general, nuestro tejido industrial suele optar por el alquiler o la compra, antes de embarcarse en la (a menudo) larga, costosa y compleja construcción de una nave a medida. Sin embargo, a menudo las naves industriales disponibles en el mercado resultan obsoletas, con infraestructuras que no se ajustan a las necesidades particulares de producción, almacenamiento o logística que podamos tener. Esto ha llevado a muchas empresas a considerar la construcción de sus propias instalaciones.

Además, la demanda de naves logísticas ha aumentado considerablemente, y la oferta en este sentido es limitada, lo que refuerza la decisión de construir espacios a medida.

Por ello, es cada vez más habitual que nos pregunten por terrenos y solares para construir una nave industrial o logística, en vez de buscar una nave para alquiler o compra. Dado que se trata de una inversión significativa que requiere una planificación detallada del presupuesto y un análisis exhaustivo de los costes, queremos compartir en este artículo unas reflexiones iniciales de los factores que influyen en el precio de construcción, los costes de materiales y mano de obra, así como consejos para optimizar el presupuesto y reducir gastos innecesarios.

Factores que influyen en el coste de construcción de una nave industrial o logística

El coste total de una nave industrial está determinado por diferentes factores, como la localización y el tamaño del terreno, o los materiales y el diseño estructural. Cada decisión que tomemos influye en el presupuesto final. 

Ubicación y tamaño de la nave

Estos son quizás los dos factores más determinantes en el presupuesto. En primer lugar, la ubicación geográfica influye de manera directa en el coste de construcción. En zonas industriales bien comunicadas, el precio del metro cuadrado del suelo suele ser elevado, pero la proximidad a infraestructuras clave como carreteras, puertos o ferrocarriles es una ventaja competitiva. Por otro lado, elegir un emplazamiento en una zona menos demandada puede reducir la inversión inicial, pero también conlleva más dificultades logísticas. Tendremos que valorar bien y encontrar un equilibrio adecuado a nuestras necesidades.

Por otra parte, el tamaño de la nave también es un factor determinante. Una nave grande permite economías de escala en materiales y optimización del espacio de trabajo, pero supone un mayor desembolso inicial y costes de mantenimiento. Otra opción es invertir en un terreno de mayor tamaño, pero optar por una construcción modular para la nave, que no requiera tanta inversión inicial, pero que nos permita crecer de forma flexible en el futuro.

Tipo de estructura y diseño

Las naves industriales pueden construirse con diferentes tipos de estructura, y la elección de una u otra dependerá no solo de nuestro presupuesto, sino del uso previsto y las condiciones del terreno. Por ejemplo, las estructuras más habituales suelen ser:

  • Estructura metálica: Sus principales ventajas son su rapidez de instalación y la flexibilidad en el diseño. Es ideal para almacenes y centros logísticos, ya que permite grandes espacios sin pilares intermedios, facilitando el movimiento de mercancías. Sin embargo, puede requerir tratamientos anticorrosión y mantenimiento periódico, especialmente en entornos con alta humedad o exposición a agentes químicos.
  • Estructura de hormigón: Destacan por su resistencia y durabilidad, lo que la hace adecuada para industrias pesadas o aquellas que requieren aislamiento térmico y acústico. Es una opción robusta y de bajo mantenimiento, aunque su construcción puede ser más lenta y costosa en comparación con las estructuras metálicas.
  • Estructura mixta: Esta combinación de acero y hormigón equilibra costes y resistencia estructural. Se usa metal en elementos estructurales vigas, y hormigón en cimentaciones y pilares. Es una opción más versátil que las anteriores.

Por otra parte, el diseño de la nave también impacta en los costes y la funcionalidad. Por ejemplo, optar por un diseño con grandes espacios sin pilares internos puede encarecer la estructura debido a la necesidad de reforzar elementos portantes, pero mejora significativamente la operatividad interna, especialmente en sectores como la logística y la manufactura de gran escala. Otros aspectos del diseño, como la altura libre, la disposición de accesos y la integración de muelles de carga, deben planificarse en función del tipo de actividad que desarrollaremos en la nave.

Materiales de construcción y acabados

Los materiales seleccionados no solo influirán en nuestro presupuesto inicial, sino también en el mantenimiento a largo plazo, en la eficiencia energética, la durabilidad de la estructura y la seguridad del entorno de trabajo.

Los acabados, como los pavimentos industriales, la pintura ignífuga o los sistemas de aislamiento, pueden aumentar significativamente el presupuesto, pero también mejorar el confort y la seguridad.

Requerimientos específicos

Las necesidades específicas que pueda tener nuestra empresa son la variable más difícil de determinar en un presupuesto inicial, porque dependen exclusivamente de nuestra actividad y requerimientos concretos. Algunos elementos adicionales pueden ser:

Precio de la mano de obra especializada

Aunque es un factor que no podemos controlar, también debemos tener en cuenta esta variable, que dependerá principalmente de la complejidad del proyecto y la especialización de los profesionales requeridos.

Para la edificación de naves industriales, es común la contratación de arquitectos, ingenieros estructurales, soldadores y electricistas, entre otros. Los costes laborales pueden variar según la región, ya que en algunas zonas con alta demanda de profesionales especializados, los precios son más elevados.

Costes de permisos, licencias y servicios

A lo largo de todo el proyecto de construcción, debemos tener en cuenta los costes asociados con los permisos y licencias necesarias. Las tasas municipales y los requisitos legales varían según la ubicación, por lo que es fundamental investigar las normativas locales antes de empezar.

Además, la conexión a servicios como electricidad, agua y gas también representa un gasto adicional que no debe subestimarse. Estos costes, aunque frecuentemente olvidados, son esenciales para garantizar que la construcción cumpla con las regulaciones y esté completamente operativa una vez terminada.

Consejos para optimizar los costes de construcción

1. Elige materiales duraderos

Una de las formas más inteligentes de optimizar los costos a largo plazo es elegir materiales de buena calidad, que aunque puedan ser un poco más caros al principio, realmente valen la pena a lo largo del tiempo. Optar por materiales duraderos significa que tendrás menos gastos de mantenimiento y reparaciones, lo que te ayudará a ahorrar bastante dinero en el futuro. A veces, lo barato sale caro, y elegir algo que aguante bien el paso del tiempo puede ser una inversión mucho más rentable.

2. Define el tipo de estructura según necesidades y presupuesto

La estructura de la nave juega un papel fundamental en el coste final. Las estructuras metálicas son una opción muy rentable, ya que suelen ser más baratas y rápidas de montar que las tradicionales de hormigón. Esto es especialmente útil si el presupuesto es ajustado o si el tiempo de construcción es una prioridad. Además, si el presupuesto lo permite, las naves modulares también son una opción a considerar, ya que ofrecen una buena combinación de flexibilidad y rapidez en la construcción.

3. Negocia con proveedores y contratistas

Una buena estrategia para ahorrar es aprovechar la competencia entre proveedores y contratistas. Solicitar varios presupuestos y comparar precios puede significar una gran diferencia en el coste total. Además, negociar descuentos por volumen o por compromiso a largo plazo puede ayudarte a conseguir mejores precios. Mantener una buena relación con los proveedores también puede resultar en descuentos o condiciones más favorables en proyectos futuros.

En resumen, aunque la construcción de una nave industrial implique varios costes, desde materiales hasta permisos y mano de obra, hay varias formas de optimizar el presupuesto. Tomar decisiones informadas, elegir materiales adecuados, elegir el tipo de estructura que mejor se ajuste a tus necesidades y negociar con los proveedores son claves para lograr una construcción eficiente y económica. Con una planificación cuidadosa y un enfoque estratégico, puedes lograr que el proyecto se ajuste a tus expectativas sin que se descontrole el gasto.

Pere Masachs
Socio director de Masachs Industrial

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