A menudo se habla de la importancia de ubicar una empresa de servicios o un local comercial en una buena zona, donde atraiga clientes y sea lo suficientemente visible. De hecho, es cierto que la ubicación de determinado tipo de negocios puede condicionar su supervivencia. Por otra parte, parece que una empresa industrial se pueda ubicar en cualquier parte (sic), o por lo menos que esto no sea tan importante.
Pero lo cierto es que el lugar que escojamos para nuestra nave industrial afectará al día a día y a diferentes aspectos de nuestro negocio, además de tener un impacto directo en los resultados. Por ello, tiene que ser una decisión muy meditada. En este sentido, las prisas o el atractivo de los precios económicos pueden llevar a decisiones desacertadas. ¿Qué deberías tener en cuenta a la hora de escoger?
1. DEFINE TUS NECESIDADES
Lo primero que hay que analizar son los motivos por los que has decidido trasladarte: ¿Necesitas más espacio?, ¿Estás muy lejos de las materias primas?, ¿La red de comunicaciones que tienes cerca no es suficiente?, ¿La nave no está en buenas condiciones o el alquiler ya no es asumible?
El hecho de analizar lo que falla o lo que te falta en la ubicación actual te ayudará a determinar las condiciones que necesitas para la nueva nave. Pero no es suficiente. También tienes que intentar prever las necesidades futuras, de forma escalada, para que el nuevo sitio te permita crecer.
2. RED DE COMUNICACIONES
Este suele ser uno de los factores más determinantes a la hora de escoger una nave industrial, especialmente para empresas logísticas. Hay que tener en cuenta la conexión con las principales vías de comunicación, y de transporte marítimo, ferroviario o aéreo si los necesitas.
Es muy importante para empresas de almacenaje o fabricación que proveen a e-commerce, ya que con el auge de las compras online el servicio de entrega de pedidos a los usuarios cada vez tiene que ser más rápido. Por ejemplo, Amazon ha empezado a ubicar almacenes en zonas urbanas para poder ofrecer un servicio de entrega en el mismo día o en 24 h.
Por lo tanto, el servicio que tienes que ofrecer a tus clientes, ya sean empresa o cliente final, influirá significativamente en el lugar que escojas. Puede ser que te interese estar cerca de zonas urbanas, o que sea suficiente con tener buenas conexiones de transporte y estar cerca de las principales vías de comunicación.
3. PROVEEDORES Y SERVICIOS CERCANOS
Si en el punto anterior planteábamos cómo hacer llegar los productos a los clientes, también toca preguntarse qué necesitas tener cerca tú mismo. Quizás para tu negocio es crítico, o como mínimo más rentable, estar cerca de los proveedores de materias primas.
Los servicios de la zona son otro factor a tener en cuenta: ¿Cuáles son esenciales, cuáles recomendables y cuáles prescindibles? Hay zonas muy industrializadas, y que por lo tanto han desarrollado cerca una amplia gama de servicios complementarios para la industria, como por ejemplo Terrassa, en el Vallès Occidental. También es interesante valorar si tu competencia está cerca, y si este hecho influye o no en tu negocio.
4. PERSONAL CUALIFICADO Y NO CUALIFICADO
Otro factor relevante, y a menudo no lo suficientemente valorado, es la facilidad para contratar personal que resida cerca del lugar donde se ubica la nave. Tienes que ver si necesitas mucha mano de obra no cualificada, o si bien te hacen falta trabajadores cualificados muy especializados, que quizás no encuentres en poblaciones pequeñas o alejadas, o que no están dispuestos a desplazarse a según qué distancia.
La proximidad entre el lugar de trabajo y el de residencia es uno de los factores más valorados por los trabajadores, les hace ganar calidad de vida. Si tu nave se ubica lejos de las zonas de residencia, puedes provocar una elevada rotación del personal, que puede ser especialmente crítica en trabajadores especializados.
5. NORMATIVA MUNICIPAL Y POLÍTICAS DE PROMOCIÓN INDUSTRIAL
Aparte de la normativa legal general que te pueda afectar, debes tener en cuenta las normativas municipales específicas de cada localidad. Por ejemplo, puede ser que en determinados polígonos haya restricciones para desarrollar actividades que puedan tener un impacto medioambiental negativo, o que se puedan considerar peligrosas o nocivas.
Por otra parte, también se puede valorar positivamente si a nivel administrativo hay políticas de impulsión de la actividad industrial, ya sea en forma de ayudas o subvenciones, o proporcionando mejores servicios e infraestructuras de apoyo a la industria.
6. EL PRECIO DE ALQUILER O COMPRA DE LA NAVE
Como ya hemos comentado, es arriesgado dejar que los precios económicos influyan demasiado en la decisión de dónde tienes que ubicar tu empresa. El coste de transportar más lejos los productos o adquirir las materias primas, el acondicionamiento de la nave o la dificultad para encontrar personal tienen un impacto negativo directo en los resultados.
Una vez dicho esto, es cierto que el coste del alquiler o compra de una nave industrial es un factor a valorar en cualquier caso. Por ejemplo, las zonas cercanas al área metropolitana de Barcelona son más caras que la segunda o tercera coronas. Lo que tienes que valorar es si el incremento de precio según la ubicación justifica el beneficio que aporta.
Por otra parte, las naves más nuevas o con mejor acondicionamiento tendrán precios más elevados, hay que ver si te interesa más acondicionarla tú mismo o poder entrar directamente.
En resumen, a la hora de escoger la ubicación de tu nave tienes que valorar qué factores te afectan más según el tipo de negocio y las necesidades, e intentar encontrar un equilibrio teniéndolos en cuenta todos.