En los últimos años, las empresas han mostrado un creciente interés por sistemas de climatización más eficientes y sostenibles. Hay dos factores que han influido en este cambio de escenario: Por una parte, cada vez hay más preocupación y concienciación del impacto de estos sistemas en el medio ambiente; y por otra se ha demostrado que la mejora de las condiciones de trabajo, como por ejemplo la temperatura ambiental, es esencial para la productividad y la retención del talento. Por este motivo, ahora no solo las grandes empresas, sino pequeñas y medianas, buscan e invierten en sistemas de climatización más avanzados.
Pero mantener una temperatura adecuada en las empresas suele ser complicado, ya sea con la calefacción en invierno o con el aire acondicionado en verano. En lo que respecta a las personas, cuesta encontrar una temperatura con la que todos se sientan cómodos, y para la empresa suele suponer un incremento del gasto energético, a menudo bastante elevado. Y si hablamos de naves industriales, la climatización se convierte en todo un reto.
Las naves industriales son en general espacios mucho más grandes, abiertos y diáfanos. Por lo tanto, es más difícil conseguir una temperatura óptima y mantenerla. Pero, además, hay otros factores que influyen en las necesidades de climatización de una nave industrial.
- Qué temperatura necesitamos en la nave: ¿Tiene que ser homogénea en todos los espacios?, ¿o hay zonas que requieren una temperatura más fría porque, por ejemplo, se tratan o procesan alimentos?
- Zonas con cargas térmicas: Es decir, si hay zonas con instalaciones o maquinaria que emiten calor, y por lo tanto hacen aumentar la temperatura ambiental.
- La movilidad de las personas: Hay que tener en cuenta si los trabajadores están en constante movimiento o llevan a cabo mucha actividad física, o bien están quietos en una línea de producción o sentados en oficinas. Una temperatura adecuada nos ayuda a reducir el estrés térmico y aumenta la productividad.
- Estructura de la nave: En función de cómo esté construida y compartimentada la nave, las necesidades de climatización serán diferentes. Por ejemplo, si hay muchas separaciones o zonas aisladas, o bien si es un espacio único diáfano, sin ninguna estructura que rompa la circulación de aire frío o caliente.
- Aislamiento de la nave: Este es un aspecto esencial a la hora de definir las necesidades de climatización. De hecho, es más recomendable invertir en un buen aislamiento y un sistema de climatización adecuado, que no en un potentísimo equipo para una nave mal aislada, ya que el gasto energético será siempre muy elevado y, a pesar de todo, no conseguiremos nunca una temperatura correcta y constante.
- Temperatura exterior: Las condiciones climáticas exteriores también son relevantes, ya que condicionarán la temperatura interior. Hay que tener en cuenta si la nave se encuentra ubicada en una zona de altas o bajas temperaturas, si los cambios de temperatura son progresivos o hay cambios bruscos, y si se encuentra muy aislada o está rodeada de otras naves o inmuebles.
A partir de aquí, nos podemos hacer una idea de qué potencia necesitaremos, o bien si hay que combinar diferentes tipos de climatización según la zona de la nave. Por ejemplo, si hay que enfriar zonas donde haya una elevada carga térmica podemos optar por sistemas de climatización adiabáticos, que enfrían el aire de forma ecológica y a la vez económica, y colocar focos de calor en puntos estratégicos, ya sean calderas industriales, aerotermos…
Otros factores importantes a tener en cuenta son la ventilación, es necesario que el sistema de climatización nos garantice una buena calidad del aire; y el consumo del sistema, vale la pena optar siempre por sistemas de bajo consumo y alta eficiencia energética, ya que aunque la inversión inicial pueda ser más elevada, la amortizaremos tanto en coste de suministro como en productividad y eficiencia de la plantilla.
