Una buena noticia para encarar el último trimestre del año: La consultora inmobiliaria JLL ha publicado los datos avanzados de inversión inmobiliaria del tercer trimestre de 2022 y de los nueve meses de ejercicio, y hasta el momento superan a los del año anterior.
Según estos datos, la inversión en logística sigue creciendo, pese a la incertidumbre del actual contexto social y económico debido a la inflación, la subida de los tipos de interés y la guerra en Ucrania, que han afectado a la liquidez de las empresas. Como resumen, entre julio y septiembre el importe de las inversiones en logística ha sido un 113% más elevado respecto al mismo período de 2021, y un 76% más elevado respecto al segundo trimestre de 2022. Si nos centramos sólo en el sector industrial, según los datos de Masachs en Cataluña las operaciones de inversión en 2021 supusieron un 24% del total de operaciones en inmobiliaria industrial, mientras que en 2020 y anteriores nunca superaban el 10%.
Por otra parte, de acuerdo con datos del propio sector logístico, Cataluña supone sólo el 15% de la inversión logística a nivel estatal por debajo de su peso en el PIB nacional. El sector alerta de que esto se debe a la falta de suelo logístico disponible. Esta carencia tanto de suelo como de naves industriales en buenas condiciones es un problema que ya hace tiempo que se anuncia en Cataluña. El auge del e-commerce se ha traducido tanto en un aumento de la demanda de suelo logístico como en un incremento de los precios por metro cuadrado tanto de compra como de alquiler del espacio y de las naves construidas disponibles, en un ritmo que hace tiempo que sobrepasa la oferta.
Pero hay un dato que falta: ¿cuál es el crecimiento de la industria catalana y española con independencia del sector logístico? Para muchas estadísticas, industria y logística son un todo, pero la realidad es que en Cataluña gran parte del tejido empresarial es industria productiva o manufacturera. Según el informe anual de Masachs, en 2021 la demanda de naves industriales de más de 2000 m2, las más habituales en logística, supusieron un 16% del total, mientras que la mayor parte de la demanda, un 69%, se centró en naves de hasta 1000 m2. Esto indica que una parte del crecimiento no se debe al sector logístico, sino a otros subsectores industriales.
Todo ello nos sugiere que debería analizarse separadamente industria y logística, para tener una visión más fiable del estado real de los diferentes sectores industriales, de cómo está afectando el contexto económico actual y de las previsiones para los próximos meses. En este sentido, hay que tener en cuenta que, según la OECD, la inflación se reducirá pero se mantendrá en niveles elevados, siendo necesario reducir la demanda y diversificar la oferta para evitar la escasez de energía, un aspecto que afecta especialmente la industria. Habrá que ver cómo evoluciona el contexto económico en los próximos meses, y si el ritmo de inversiones se mantiene en 2023.
