En las últimas décadas hay diversos factores que han cambiado la forma en la que entendemos la economía, la industria e incluso la sociedad, pero quizás el más importante han sido los avances tecnológicos. La inteligencia artificial se está perfilando como una potente herramienta para muchos sectores, aunque no esté exenta de riesgos, pero no es el único cambio significativo. Si nos centramos en la industria, el auge del e-commerce ha sido uno de los factores que más ha impactado en este sector, especialmente en lo que respecta a distribución y logística.
Otros factores como la globalización de la economía, los cambios en los patrones de consumo, como la preferencia por la entrega rápida y flexible, y el desarrollo de infraestructuras que favorecen la expansión de los mercados internacionales también han contribuido a que el tejido económico de muchas regiones, como en el caso de Catalunya, pasen de ser principalmente industria productiva a desarrollar infraestructuras destinadas a la logística.
¿Cómo afecta esto al tejido económico? Es decir, ¿hay una dicotomía empresas logística vs. industria productiva, por ejemplo en lo que respecta a la competencia por el espacio y los recursos, o se trata de una simbiosis que puede beneficiar a ambas partes?
El tejido industrial productivo como cimiento de la economía
El tejido industrial productivo abarca una amplia gama de industrias, como la manufactura de automóviles y productos electrónicos, o la industria textil, alimentaria o de construcción. Históricamente, el desarrollo industrial ha sido un motor clave del crecimiento económico y la creación de empleo en Catalunya.
De hecho, en la actualidad sigue teniendo un papel destacado. Según datos del Informe anual sobre la indústria a Catalunya 2022, el sector industrial aporta el 20,1% del VAB (50.186 millones de euros en el 2022), un peso similar al que tiene este sector en el conjunto de la UE-27 (20,6%) y la zona euro (20,1%), y bastante superior al que tiene en el conjunto del Estado español (17,6%).
Además, el tejido empresarial de industria productiva ofrece una serie de ventajas clave:
- Generación de empleo: Las empresas manufactureras suelen ser grandes empleadoras en las comunidades donde operan, proporcionando oportunidades de trabajo estables y bien remuneradas para una variedad de habilidades y niveles de educación.
- Desarrollo tecnológico: La industria productiva impulsa la innovación y el desarrollo tecnológico a través de la investigación y el desarrollo (I+D) para mejorar los procesos de fabricación, aumentar la eficiencia y crear productos innovadores.
- Diversificación económica: La presencia de empresas manufactureras contribuye a la diversificación económica de una región, reduciendo su dependencia de sectores específicos y creando un entorno empresarial más resistente.
- Exportaciones: Las exportaciones de productos manufacturados pueden generar importantes ingresos para un país, fortaleciendo su posición en el mercado global y contribuyendo al crecimiento económico.
- Cadenas de valor integradas: Las empresas manufactureras suelen estar conectadas con una amplia red de proveedores, distribuidores y minoristas, lo que promueve la colaboración y la integración a lo largo de la cadena de suministro.
El tejido logístico, un soporte vital de la cadena de suministro
Por otra parte, el tejido logístico desempeña un papel crítico en la economía global, facilitando el movimiento eficiente de productos desde los fabricantes hasta los consumidores finales. Con el crecimiento del e-commerce y la globalización, la demanda de servicios logísticos ha experimentado un aumento significativo en las últimas décadas. ¿Qué ventajas tiene la proximidad de este tipo de actividad?
- Las empresas logísticas garantizan una distribución eficiente de productos, optimizando las rutas de transporte y reduciendo los costos de almacenamiento y manipulación.
- Las soluciones logísticas pueden adaptarse a las necesidades cambiantes de los clientes y las condiciones del mercado, permitiendo una respuesta rápida a la demanda fluctuante y los cambios en los patrones de consumo.
- Mediante la implementación de prácticas logísticas eficientes, las empresas pueden minimizar los niveles de inventario y reducir el riesgo de obsolescencia, liberando capital para otras inversiones.
- Facilitan el acceso a mercados globales al proporcionar servicios de transporte internacional y gestión aduanera, lo que permite a las empresas expandir su alcance y aprovechar nuevas oportunidades de negocio.
- La optimización de la cadena de suministro a través de prácticas logísticas sostenibles puede reducir el impacto ambiental y promover la responsabilidad social corporativa, lo que beneficia tanto a las empresas como a la sociedad en general.
La interacción entre los sectores productivo y logístico
Si bien el tejido industrial productivo y el logístico operan de manera independiente, su interacción es fundamental para el funcionamiento eficiente de la economía. Por ejemplo, las empresas manufactureras dependen de servicios logísticos confiables para transportar materias primas a las instalaciones de producción y distribuir productos terminados a los clientes. Del mismo modo, las empresas de logística dependen de la demanda de productos manufacturados para mantener su flujo de ingresos y operaciones.
Sin embargo, esta interdependencia también puede generar tensiones, especialmente en áreas como la planificación urbana, la infraestructura de transporte y el uso de la tierra. En muchos casos, la expansión de instalaciones logísticas puede entrar en conflicto con el desarrollo industrial o residencial, lo que plantea desafíos para los responsables políticos y urbanistas.
Abordando la dicotomía: Integración y colaboración
Para abordar eficazmente la dicotomía entre el tejido industrial productivo y logístico, es fundamental fomentar la integración y la colaboración entre ambos sectores. Esto puede implicar la adopción de enfoques holísticos para la planificación urbana y el desarrollo económico, que tengan en cuenta las necesidades tanto de las empresas manufactureras como de las empresas de logística.
Además, es crucial invertir en infraestructuras de transporte y logística actuales y eficientes que puedan satisfacer las demandas de un mundo cada vez más interconectado. Esto incluye el desarrollo de puertos, aeropuertos, ferrocarriles y carreteras, así como la implementación de tecnologías innovadoras para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de la cadena de suministro.
En última instancia, superar la dicotomía entre el tejido industrial productivo y logístico requerirá un enfoque colaborativo y multidisciplinario que involucre a empresas, gobiernos, académicos y otros actores relevantes. En resumen, tanto el tejido empresarial de industria productiva como el industrial logístico desempeñan roles críticos en la economía actual, cada uno con sus propias ventajas distintivas. La colaboración entre ambos sectores puede generar sinergias significativas y contribuir al desarrollo económico sostenible a nivel local, regional y global.